Quiero pedir disculpas, pues en mi entrada «20D Elecciones en España» daba una opinión que ahora considero errónea por el hecho de que no juzgué de una manera más objetiva y coherente con mi ideología a un partido, Podemos.
Podemos es ese partido encabezado por Pablo Iglesias, aquel que cantaba la Internacional y ahora es un simple social-demócrata, un reformista, que frente a la posibilidad de movilizar a las masas ha preferido seguir con las falsas promesas, que de nada sirven para una revolución, ni para darle a los obreros el poder que merecen.
Es irónico que se acuse a Podemos de comunistas, de marxistas, de revolucionarios, de leninistas, etc… Cuando nada tienen que ver con eso, otra vez más se demuestra el poder desinformativo de los supuestos medios de información. ¿Acaso un comunista defendería la libertad de prensa, como ya lo ha hecho el señor Pablo Iglesias? ¿Cómo un comunista puede defender la libertad de prensa, que se traduce en la compra de los
medios por parte de los burgueses para imponer sus ideas? ¿Un comunista defendería la candidatura de Bernie Sanders a la presidencia de los Estados Unidos de América?
Lo máximo a lo que aspira Podemos en cuestión de derechos es a tratar de proteger el Estado de Bienestar (ya en ruinas), y esa no es la solución, porque el capitalismo no necesita ser reformado, debe ser destruido, porque capitalismo y derechos obreros son incompatibles, ya que el modelo de distribución de los medios de producción capitalista en ningún momento beneficia a la clase obrera.
España en ningún momento saldrá del Euro si nosotros gobernamos. Pablo Iglesias en el programa La Sexta Noche.
Es hilarante ver a aquellos que temen a la posible instauración de Podemos en el gobierno, !Como si fueran a conseguir algo! !Como si cupiese la posibilidad de que Podemos atentase contra el sistema! Podemos podrá prometer lo que crea conveniente, pero jamás será capaz de llevar a cabo la instauración del poder obrero, es decir, la dictadura del proletariado y ni siquiera entra en sus objetivos.
Lo que trato de decir con todo esto es que la solución a los problemas de los trabajadores españoles no radica en tratar de cambiar lo irreformable, aquello que perjudica a la clase mayoritaria. Sin una revolución que tumbe por fin a aquellos poderes que son ajenos a la aspiración natural de todo obrero jamás podremos acabar con los problemas vigentes en nuestro mundo. Y cualquiera que pueda observar las actuaciones de Podemos percibirá que según este análisis, son totalmente insuficientes, que defienden una parte de los que debieran ser derechos legítimos de la clase proletaria.
¿Qué mejor prueba de la ineptitud de Podemos que la actuación de Syriza en Grecia? Tsipras, un traidor a los griegos ante la presión mundial, ante la presión de los poderes económicos, y ellos se proclamaban los adalides del cambio. Sólo espero que su versión española no siga los mismos derroteros.
Desde el surgimiento de Podemos aquellas huelgas generales que trataban de defender los derechos laborales entre otras cosas han acabado desapareciendo, la clase baja, ha acabado pensando que la solución a sus problemas reside en una vía política dominada por la clase burguesa. El camino revolucionario es el que deberíamos elegir si lo que queremos es una España y un mundo sin clases, en el que todos podamos vivir tranquilos, un mundo que merezca ser vivido con igualdad de oportunidades y de recursos, aquellos que son necesarios para una vida digna.
Podemos es una quimera, un sueño vacío, una ilusión, nada.