Afganistán, víctima del imperialismo

Esta guerra es una de las más vivas muestras del imperialismo estadounidense, una guerra en que acabaron con el país socialista afgano para instaurar a los talibanes, los terroristas que hoy tanto nos aquejan. Una guerra en la que prefirieron a los fundamentalistas del Islam antes que al Afganistán que había conseguido derechos para las mujeres y había iniciado numerosas reformas para alfabetizar el país y para otorgarles a los campesinos los derechos que merecían. Apoyaron a los muyahidines, a los terroristas, por una razón, el opio.


Daud Khan
Mohammed Daud Khan

Antes de la Revolución de Saur, Aganistán era una monarquía sumida en la pobreza y el país vivió enfrentado al colonialismo inglés y ruso con varias guerras de por medio. Mohammed Daud Khan realizó un golpe de estado contra el rey en julio de 1973 y estableció la República de Afganistán. Su gobierno recibió el apoyo soviético y mantuvieron buenas relaciones con el país, pero pese a que Daud en un principio había realizó acercamientos hacia el partido comunista PDPA (Partido Democrático Popular de Afganistán) se desvinculó de estos y creó su propio partido político, el Partido Revolucionario de Afganistán.

Me siento muy feliz cuando puedo encender mis cigarrillos estadounidenses con cerillas soviéticas. Mohammed Daud Khan.

El gobierno de Daud fue autoritario y estableció una nueva Constitución que sólo reconocía a un único partido, lo que se ganó el descontento de las clases populares. El dictador asesinó a una importante persona del PDPA (Mir Akbar Kaibar) y encarceló a otros opositores, lo que detonó una manifestación de 10.000 personas brutalmente reprimida por la policía que dio comienzo a la Revolución de Saur.

La Revolución de Saur (abril de 1978) depuso a la anterior República, Daud fue asesinado por las tropas del país y se estableció la República Democrática de Afganistán. La aparición del nuevo gobierno no agradó a la Unión Soviética, que había apoyado a Daud, pese a eso, fueron los primeros en reconocer al nuevo régimen comunista.

No ha habido fuerzas externas participando en la Revolución de Abril. Afganistán no importó ni exportó su Revolución… Puso en marcha un nuevo curso de la construcción de una sociedad libre de la explotación del hombre por el hombre. Nur Muhammad Taraki.

Taraki
Nur Muhammad Taraki

El gobierno de Taraki reconoció numerosos derechos a las mujeres, entre ellos: el derecho a no usar el velo, el derecho a la libre circulación y a la conducción de automóviles, abolió la compra-venta de mujeres y introdujeron a las mujeres en los cargos políticos, universidades y diversos trabajos. También iniciaron otras reformas como la eliminación de la usura, la separación de la religión y el estado, un programa de alfabetización para la población, realizó una reforma agraria que repartió las tierras entre los campesinos, establecieron un salario mínimo, redujeron los precios de productos de primera necesidad en gran medida (20% y 30%) y prohibieron la plantación del opio.

Freedom Fighters en la Casa Blanca
Ronald Raegan reunido con los talibanes o «Freedom Fighters».

Pero a EEUU no le beneficiaba la última reforma mencionada y en un intento por perjudicar a la Unión Soviética comenzaron a armar la los muyahidines, terroristas en contra del gobierno comunista. El gobierno ante el desastre pidió ayuda a los soviéticos que decidieron intervenir en 1979 dando comienzo a la guerra de Afganistán ruso-afgana. Por un lado estaba el gobierno socialista afgano y la Unión Soviética, por el otro los Muyahidines, Estados Unidos, Pakistán, Irán, Arabia Saudí y China.

Ronald Reagan fue el presidente americano neo-liberal que más armas y fondos otorgó a los islamistas en contra del gobierno afgano. Todo esto provocó que la guerra se conociera comúnmente como el «Vietnam Soviético» por la cantidad de recursos usados en esta por parte de la URSS y la posterior pérdida de la guerra por su bando cuando Gorbachov ordenó la retirada de las tropas del país en 1989.

mujeres afganas con burka
Las mujeres afganas visten así obligadas por los fundamentalistas islámicos.

El último presidente de la República Democrática Afgana es asesinado por los terroristas y el país acaba colapsando dividiéndose en numerosos «señores de la guerra». Con el tiempo los talibanes, un nuevo grupo terrorista, consiguen hacerse con el poder del país menos con la zona Norte. Tras la caída del gobierno socialista afgano los grupos terroristas acabaron con todos los logros conseguidos tras la revolución de Saur. La libertad de las mujeres se vio exageradamente reducida y desgraciadamente la situación aún continúa de la misma manera.

No estando contentos los estadounidenses con su ya librado papel en Afganistán, en 2001, tras los atentados del 11 de septiembre, decidieron intervenir en el país para hacerse con el control del mercado del opio otra vez por desavenencias con el gobierno talibán. Los talibanes no opusieron demasiada resistencia en un principio, pero con el país ya controlado por EEUU los talibanes pasaron a la resistencia hasta llegar al día de hoy.


Afganistán pasó de ser un país que hubiera podido tener un futuro brillante gracias a la Revolución a un verdadero desastre, un país sin un futuro claro ni seguridad. Todo esto se lo debemos al imperialismo de Estados Unidos que abogó por los fundamentalistas (o Freedom Fighters como los llamaban ellos) sin importarles la población afgana.

A fines de 1979, las tropas soviéticas invadieron Afganistán. Según la explicación oficial, la invasión quería defender al gobierno laico que estaba intentando modernizar el país. Yo fui uno de los miembros del tribunal internacional que en Estocolmo se ocupó del tema, en el año 1981. Nunca olvidaré el momento culminante de aquellas sesiones. Daba su testimonio un alto jefe religioso, representante de los fundamentalistas islámicos, que en aquel entonces eran llamados freedom fighters, guerreros de la libertad, y ahora son terroristas. Aquel anciano tronó:

—¡Los comunistas han deshonrado a nuestras hijas! ¡Les han enseñado a leer y a escribir!